A Gaspar un cura humilde que derrocho bondad en las comunidades donde le toco estar…
Tal vez me sea dificil
Empezar estos versos
Que no se ni siquiera
Si los pueda acabar
Tienen pobre el lenguaje
Y no hay en ellos musa
Que los pueda ayudar…
Saltaronse las reglas
Pues palabras son al fin
Versos humildes
Que con todo cariño
Te los dedico a ti…
Pues vinistes una noche
Calurosa y sombría
A brindarnos un poco
De alegría y de paz
A enseñar entre risas
Que aun queda en la vida
Quien derrocha sencillez y bondad
Y vinistes riendo
Con esa risa franca
Que se ríe de todo
Mas sin querer burlar
Esa risa que a veces
Hace bajar los ojos
Y en los labios otra…
Muy pequeña esbozar…
Y en cuanto llegastes
Te rodearon los niños
Y brillaron tus ojos
Al poder observar
La familia completa
Que tenias a tu lado
La familia lejana
Que venias a abrazar
Hola prima… el recuerdo del tío Gaspar es de esos que nunca se difuminan ni con el tiempo. El tío cura, como le decíamos. Con todos los chiquillos que estábamos siempre a su alrededor. Y él cantaba y nos tocaba la flauta y nosostros parecíamos los ratones alrededor del flautista de Hamelin.
Qué bonita niñez!!!
Ahora prima, podrías escribirle algo a los abuelitos Lorente?
Un besote
Me gustaMe gusta