El ídolo y el sino

No pensó que al final lo alcanzaría,
creyó que para siempre viviría,
se sintió poderoso e invencible,
pero era solo una ilusión,
una quimera vacía…

…

El ídolo audaz e inconsciente,

creyendo desafiar a su destino,

se irguió iluso y desafiante a su sino,

pensando el muy ladino,

que escapar podría de la muerte…

…

Ya los persas contaron muy antaño,

la leyenda de Abdul y de Zaguir,

cuando Abdul creyó de la muerte poder huir,

después de esta hacerle guiño extraño …

…

No importó tener el mejor y más veloz caballo,

ni atravesar el desierto en un suspiro,

no importo por donde, ni por cual camino,

la muerte le esperaba fiel a su destino,

…

El poderoso se engaña, si piensa en burlarla,

pues del momento señalado nadie escapa,

y aunque le adulen y prometan lealtad eterna,

como los demás, al final solo tendrá la tierra yerma…

…

Por eso a diferencia del ídolo trivial,

el sabio sabe que ha de esperar,

y cuando su momento tenga que llegar,

el camino ha de humildemente tomar…

…

Sabiendo que al final no valen las promesas,

ni los duelos, los sueños, las quimeras,

ni importan ilusiones de otras suertes

pues a donde va, no le espera nadie más que la muerte…

 

…

La imagen que ilustra este poema es obra de Maria Antonieta Lorente

El poema “El ídolo y el sino” es una obra de María Antonieta Lorente,  se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

Bajo las condiciones siguientes:

• Atribución — Debe reconocer los créditos de la obra de la manera especificada por el autor (pero no de una manera que sugiera que tiene su apoyo o que apoyan el uso que hace de su obra).
• Compartir bajo la Misma Licencia — Si genera una obra derivada, sólo puede distribuir la obra generada bajo una licencia idéntica a ésta.